Saturday, May 11, 2013



Nos envenenamos, unos a otros. Levantamos tabiques de silencio en torno a lo cotidiano y juzgamos los actos de los demás mientras desayunamos con diamantes. Entre susurros comentamos palabras y actos, delirios de respuestas que tienen preguntas simples, pero que hacemos sin mirar al Norte.

Dramatizamos situaciones sin tener en cuenta las circunstancias, porque quizás todo acto tiene su aquel detrás y jugamos a ser adivinos. No miramos a los ojos del que es juzgado por temor a encontrar nuestro propio reflejo en sus pupilas. Porque a la hora de la verdad, todos sucumbimos al cerebro reptiliano.

No comments: